Dejaba atras las salinas de Santa Pola, con el paraje protegido del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, con su Torre de Tamarit, que a juzgar por sus comunitarios parece la sede de un partido politico en Santa pola .... (tanto pajarraco suelto revoloteando).
Bueno dejamos a los pajarillos a su aire y nos vamos (mi circunstancia y yo) camino del paraje que da entrada a la Playa del Rebollo, en la actualidad parece que quieren conservarlo y mantenerlo, veremos... Al entar, ya los colores cálidos nos reciben:
Sin duda un camino que lleva a la luz, pero a una luz distinta, bella, que se abre a una playa extensa, practicamente virgen, acogedora...
Ahi estuvimos, llamamos a la puerta pero no salió nadie a recibirnos, no es que esperasemos que nos acogieran con los brazos abiertos pero vaya un refresquito si nos hubiéramos tomado, seguramente estaba en la playa remojándose, salve dios la parte...
Y ya de lleno en el paraiso, hacia una noche estupenda, brisa pero para nada fria, que sensación más maravillosa, que paz, en otra ocasion este lugar ya estaba concurrido y no poco por los timbales y los preparativos para la quema-cremá, pero hoy aproveche la ocasión y lo disfrute...
La siguiente imagen es cuando mi Madre Luna, me muestra el camino de regreso a casa
Sólo quisera haceros una precisión, los distintos tonos de las fotos, independientemente de ser los naturales, varían debido a que fui jugando con la cámara en posicion puesta de sol y nocturna.
Sin palabras, el beso que le da el Sol en toda la mejilla......
Corre, corre para casa que ya se estan levantando los espiritus de la noche de San Juan.
Bueno, ¿os gustó? me alegro, si quereis en el Face colgué un álbum, con mas fotos, casi iguales, diferentes o alguna repetida, aqui están las que me más me gustaron, de las tropecientas que tome, y tras simplemente haberlas recortado, digo recortado, no retocado. Si los recortes hechos por Mariano fueran cómo los efectuados en las fotos.... no os haceis una idea de cómo podría cambiar la sensación que tenemos todos. Besitos, Saunero.
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