Hace un par de semanas vi y compre en el carrefussss algo para hacer lo que hacia mi madre, que ni de coña me quedara como a ella, por que como una madre no cocina ni el mismisimo Arguiñano; pero la ilusión no me la quitaba nadie. Asi tras un café y quitarme las lentillas (anoche con todo mi hopo me fui a la cama sin quitarmelas, lo bien que vi mis sueños anoche....) me puse manos a las cacerolas, mision: liberar de la mili a las empanadillas de Encarnaaaaaa!
El peloton estaba formado por:
Un poco de mantequilla (para que entre bien)
Una cebolla pequeña fresca (hace llorar na y menos, y encima es la que tenia, asiqueeeee)
Una lata de champiñon laminado (a ser posible sin ningun nomo dentro)
Bacon unos 150 (gramos claro, no vayas a traer una piara de cerdos....)
Dos brik de nata de 200 (esto de la nata le da un morbazoooooo, chupas la ultima gota y uffff)
Pimienta molida, para darle un toque pillin y sal para darle alegria
Ah!! y mis dos yemas de huevo, que sino hay huevos queda como muy light.
Agarro la cacerola y le pongo tres gotas contadas de aceite y echo la mantequilla, asi se pone caliente pero no se quema; al fundirse esta lista para que entre toooooodo; dicho y hecho ahi va la cebolla, nos mantenemos en fuego suave, sin prisas, dándonos tiempo de ponernos tiernitos, cuando ésta está ya tomando tono, se le envia el champiñón que al igual que la cebolla he cortado en pequeñito para que se lo pasen mejor, ahi los dejamos que se vayan conociendo, que se emparejen, arrejunten, reboliquen. Y cuando están en lo mejor zas, les enviamos a la infanteria porcina, echamos el bacon, dale que te doy vueltas formamos una verdadera orgia, aleeeeee todos revueltos.
A un bonito recipiente y que se asienten: sabores, gustos y aromas. Esta noche les presentare a La Cocinera y a freir "monas".
Ya os contare, por que Encarna se puso triste al ver que las empanadillas estaban en la mili y se fue a pasear..... Un besote, Saunero.
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