lunes, 26 de octubre de 2015

El viaje IX.- Mis trabajitos en Tysfjord

Buenas tardes y muy buena semana !! Un tanto americanada pero es lo que toca. La de hoy será la última entrada de mi paso por la zona media de Noruega, unos 200 kms. al norte de Bodø, desde aquí en el mes de Junio, me trasladé a una granja orgánica que esta en Svelvik, una kommune cerca de Drammen, al sur de Oslo. De la granja ya hablaremos, hoy como sólo os muestro el lado bonito del viaje, ya os comenté que alguno habrá que piense que realmente fue un viaje de vacaciones y la verdad, es algo bastante distante de la realidad. Aunque os ponga la fecha de los trabajos, cierto es que algunos días mezclaba faenas debido a algo de lluvia o porque salíamos a hacer algo, pero sólo días contados, no más de cinco, en el mes y semana que estuve.
Manos a la obra que se hace tarde. Foto 1 cabecera
Comencé mis trabajos el día 7 de mayo, al día siguiente a mi llegada, no como en Alta que casi me caigo de la escalerilla del avión al establo. Lo primero que me encargó Rolf, mi host, fue que le quitase las "ramitas" que frente a la casa dirección al fiordo le iban creciendo (allí la velocidad de crecimiento de los arboles es increíble)
 
 
La cosa iba de vegetación así pues, el 10 de mayo y una vez que acabé con los arbolitos del frontal, pasamos a cortar el césped tanto de la parte cercana a la carretera como a la parcela que tiene junto a la casa, bajo los ventanales, estrené cuchilla y no me quedaron trasquilones!!! jejeje, era la primera vez que tomaba una máquina de ese tipo entre mis manos. Lo corté y retiré todo entonces empezaron a llegar pájaros a montones a comer lombrices, el suelo rico que en la zona existe posee mucha cantidad de ellas (por mi parte desde que era pequeño y vivía en Badajoz no las veía en esas cantidades)
 



Sobre mediados de mayo, me llevé una sorpresa y en parte reconozco que me mosquee, ¿por qué? porque cuando alguien te dice coje esta escoba y barre la carretera, te quedas a cuadros y no sabes a que se debe semejante locura. Después ya me enteré que en invierno, van tirando tierra/arena sobre la nieve para poder circular. Fue costoso y me llevó un par de días: barrías, formabas montoncitos y los trasladabas al lateral de la casa para la próxima temporada. Rolf se mostró tremendamente alegre y feliz, ya que según él, hacía más de tres años que por sus problemas de espalda no pudo realizar la limpieza.


 
Entramos en unos días un tanto grises y realicé algunos trabajitos en el garaje, también limpié/lavé las llantas para la furgoneta ya que había encargado juego nuevo de gomas y las iba a cambiar en fechas próximas; con el agua y aprovechando la presión me dio por abrir drenajes naturales en las terminaciones de la carretera. Pude comprobar que surtieron efecto un par de días después.
 
 
Entre los días 23 y 30 de mayo, dediqué mi tiempo en preparar el mobiliario de la terraza para pintarlo. Le pregunté si lo haríamos pero dijo que no, finalmente se mojó con la lluvia y entonces decidió pintarlo, aynnnnssss. Pues nada lijarlo y quitar lo malo, esperar que se secara un poco y pintar, dos manos; entre estos trabajos me dediqué a cortar, esta vez, en la zona junto a la carretera, los arbolitos y los mas crecidos. La vista cada vez era mas despejada y ciertamente más bella (no porque lo hiciera yo, eh?) Y un canal de drenaje en la zona lateral de la casa, hacia el río.
 
 
 
 
Comenzaba Junio y continuaba con los arbolitos, en esta ocasión en el área dónde finalizaba el canal de drenaje que hice días antes, en el lateral de la casa que da hacia el río, estaba ya de las tijeras de podar matas hasta las mismas criadillas...
 
 
Por último entre los días 3 a 8 de junio restauré, bueno debo ser sincero, comencé la restauración del suelo de la terraza y del acceso de la casa. Muchos días atras me comentaba que no lo haría pues era muy cara la pintura, pero como ocurrió con el mobiliario al final se decidió a realizarlo. Lástima que me tuviera que marchar con lo cual lo único, y no es poco, que pude hacer fue decaparlos, quitando la pintura vieja; en la zona de la terraza incluso llegué a lijarlo, para ya solo aplicar la pintura. Yo gustosamente me hubiera quedado más tiempo pero mi host, hizo un movimiento imprudente a mediados de estancia y me vi casi cambiando de lugar nuevamente de la noche a la mañana, por suerte no fue cómo él pensaba y pude preparar mi partida con algo más de tiempo.
 
 
Hasta aquí mi estancia en Tysfjord, en la próxima nos vamos a: Svelvik (con paradita en Sunndalsøra). Besitos, Ángel.