martes, 8 de septiembre de 2015

El viaje II .- Tysfjord el primer paseo

Preparados para continuar el viaje? Pues, bienvenidos, pónganse ustedes cómodos.

Recordáis las nubes que tapaban la localidad de Bodø, cuando realizaba mi primer cambio? Debajo de ellas me esperaba un maravilloso autobus que me llevaría a mi destino final: Storjord i Tysfjord. Tras esperar como una media hora llegaba mi carruaje, a buen paso recorreria los márgenes del fiordo de Bodø, por dos vertientes, disculpad la calidad de estas fotos pero estan hechas con el movil desde el autobus en marcha, si bien tengo que ser sincero y agradecer tanto al conductor, el detalle de ir aminorando la marcha según llegábamos a zonas con un paisaje maravilloso, como también a mis compañeras de viaje que me iban hablando acerca de la zona (mi ingles entonces no estaba tan despierto como lo estaría un tiempo después).

Una agradable mujer me avisaba con entusiasmo cuándo se acercaba algo digno de disfrutar, hablamos un poco " ", y con un buen trecho ya recorrido me aviso que nos aproximábamos a una montaña que estaba cerca de su casa y que le tenía un cariño especial, lo cierto es que me sorprendió la roca, me traslado directamente a España, en mi mente aparecieron el Peñón de Ifach o hasta incluso Gibraltar (estoy seguro que a más de uno verá un colmillo)...Se trata de Krokmotindan, está cerca de Kråkmoen, en la komunne de Hamarøy. Se alzaba majestuosa y aunque parecezca en la foto que tiene un tamaño reducido, os aseguro que es grande, grande. Lástima de la luminosidad y la velocidad del bus, pues disfrute de unos trazos como rasgados en la roca, que parecían como estrias, por la distancia, lo que le confería un realismo y vida a la roca haciéndola parecer un colmillo de alguno de aquellos dragones vikíngos.
Poco después llegamos a Hamarøy, parada dónde se apearía mi agradable guía y punto que sería posteriormente centro de compras y almuerzos en familia. Pensaba yo que me había pasado la parada y amablemente el conductor habló con mi nuevo anfitrión, Rolf, confirmando que se trataba de la siguiente parada, para mi tranquilidad. 
Tras recogerme en la parada de Tysfjord Turistsenter, mi host, me mostró la habitación y el resto de la casa, es decir, se comportó de una manera muy amable y hospitalaria, esto sería o es, lo normal, pero yo os aseguro que después de la experiencia en Alta (ya habrá un post al final sobre ese tema) se agradecía, y mucho, algo de comportamiento social normalizado. Mi llegada se produjo un martes noche, (por la hora no por la luz, jejejeje) y hasta el domingo no decidí dar un pequeño paseo por los alrededores de la casa, en los días previos ya nos habíamos movido hacia algún lugar para hacer compras; un día nos acercamos a casa de la hermana...
...ésta se encuentra a mitad de camino de Hamarøy, como veis en los planos (los de foto es para haceros una idea de la orografía) podéis observar las distancias, primero hasta la casa de la hermana y luego hasta uno de los grandes supermercados de la zona.


La pobre hermana no tiene vista al fiordo, sólo puede ver desde la terraza de su casa o desde su jardín un tremendo lago, enorme a la vez que pequeño para los que existen aquí, el café os aseguro que sabe mejor con estas vistas. Recogimos a la hermana y nos fuimos de compras y ya de paso hicimos la comida (comida-cena para ser más exactos, ya que ellos la comida fuerte la hacen sobre las cinco o las seis de la tarde) después tras dejar en casa a su hermana, nos volvíamos hacia la nuestra y aunque el tiempo no era del todo maravilloso pude hacer alguna foto del fiordo que entra hacia Ulvsvåg
Pero el primer momento de "cámara en mano" comenzó un domingo. Venga vamos de paseo.
La zona, dónde se encuentra la casa de mi host, es, como sucede por gran parte de la geografía noruega, un área o komunne muy diseminada, con poca población y ésta muy diseminada; el problema en este caso también estaba en que yo no poseía coche, la frecuencia de autobús era mínima (mañana-tarde), y la población más grande o con más posibilidades se encontraba a unos 200km, que aquí sí son 200,  no como desde mi casa que te pones en Valencia en hora y media.
Por otra parte no puedo quejarme, era precioso el lugar, con una naturaleza espectacular, con una vista desde mi dormitorio hacia el fiordo y más al fondo el monte Stetind, que además resulta ser la Montaña Nacional de Noruega, elegida por votación popular, según pude leer en mis navegaciones acerca de ella. A ésta, que está en el centro de la imagen se le unían muchas más haciendo de la imagen, tanto de día, como de noche (pero con la luz encendida jejejeje, esta foto fue capturada a las 22:50) con sol o nublado, con el fiordo en calma o no, un espectáculo con el cual te embobavas una y otra vez... 
Bueno como desde mi llegada oía el sonido de un río me fui a su encuentro, estaba justo en los límites hacia el norte de la casa; no era excesivamente grande su caudal, pero las ganas de meter la mano para beber de su agua fueron grandes, estaba aún el deshielo pero quedaba ya menos, imagino que los días de lluvia o más hacia marzo el caudal sea mayor, como todos, desembocaba en el fiordo (otros lo hacen a lagos que al final conectados unos a otros acaban en el fiordo o en los grandes ríos)

El agua procede de la montaña que se encuentra detrás de la casa, deciros que al costado de esos tres picos, si los escalásemos  podríamos ver al fondo las Islas de Lofoten, en posteriores viajes, que ya os mostraré, tuve la oportunidad de estar en un maravilloso lugar dónde podías disfrutar a un lado, la visión de las Islas Lofoten y al otro de la cadena de los tres picos. Bueno el agua va cayendo en camino hacia el fiordo...

Necesitaba más, quería más, a cada paso la imagen se superaba, el lugar se hacia más bello, no os puedo transmitir el rumor del agua y los cantos de los pájaros, pero realmente era grandioso. Caminabas un poco y te encontrabas con los restos de una torre, cabaña o pozo, hecho de grandes bloques de granito y ganado por el musgo, al contrario que mi host, me encanta el musgo en la piedra, creo que le otorga una belleza superior, como si ésta se pusiera un abrigo de pieles para salir; también me encontré con un árbol caído que se ofreció como lugar para el musgo, aunque no lo parezca, debajo del verde hay un señor árbol...
De aquí ya me encaminé sobre la alfombra tupida y blanda, a veces encharcada, aunque parecía seca, hacia la orilla del riachuelo, para ver correr el agua, transparente. Debido a su caudal escaso no ví pez alguno pero estoy seguro que metros más abajo cuando se unia al fiordo si existirían peces morando. Acostumbrado a ver Elche o Alicante totalmente seco, sin nada de vida, (los palmerales tocados por la mano del hombre para mi no cuentan) ver fluir la vida era una gozada...

Según me acercaba hacia la desembocadura del río mi felicidad iba en aumento, además el día acompañaba, la temperatura era fantástica (no recuerdo exactamente pero por la ropa que llevaba no superaríamos los 18 grados), hablamos de mediados de mayo en la zona media-alta de Noruega. Qué opináis?

Bueno tras este primer paseo, el subidon fue espectacular, entonces no echaba aún en falta ni hombres, ni diversiones, ni bullicios, me encontraba en un rinconcito del paraíso, por lo menos para mí, así que me senté en esta roca para disfrutar de ....
Realmente se podría pedir más en ese momento? Yo estaba servido. Hasta la próxima parada, un besote, Angel.

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