martes, 20 de mayo de 2014

Sandefjord-Noruega: a trabajar, digo mirar.

Buenos días, sí a trabajar, porque es día laborable aquí; y sí, a mirar, porque es a lo que he venido: a observar, a mirar, a empaparme (menos mal que no llovía) de todo lo que pueda de este país, de sus gentes, de sus modos. Poco tiempo, ya lo creo, pero atento, consigues bastantes cosas, las demás te las devuelve la memoria cuando miras las fotografías, revisas los folletos, miras el periódico. No tendrán el sol que tenemos aquí, sin duda alguna, pero valoran más cualquier insignificancia de la vida, de la naturaleza y del acaecer cotidiano, con vistas en el futuro Podríamos decir: cuidarte, cuidando el entorno que te cuidará.
A las 4:15 de la madrugada me despierto con mi nórdico, ese con tanta pluma, de un sobresalto por la claridad que entraba por la ventana, he de decir que no se suele tener persiana, escasamente una cortina o stor. Al ver la hora en el móvil agarre al otro por la plumas y dije: tápame, tápame, tápame que tengo frioooooo (que era muy temprano leches). A las siete y con un solazo de lo mas majo me duche y emprendí camino a por algo para desayunar, ya iba yo tomando unas imágenes guapas de lo que me esperaba....
Comenzaba genial el día pues justo antes de entrar al supermercado, me encontré una moneda de 10 NOK (mas menos unos 1,22€) yuuuupii. Miré los productos y lo mejor fue decirme por la leche: veía colores y vacas, pero no tenia seguridad en entera, semidesnatada, desnatada, con tulipanes, nata, así que opte por jugármela a la vaca azul, que me miraba con caríta sonriente... Llegue a la casa hable, bueno chamusque con la anfitriona Adrone, y al poco me puse cámara en mano a caminar hacia la población.
La primera parada como ya habéis visto algunos fue en el barquito que en el puerto se encontraba, fantástico, precioso, no pude evitar volverme pequeño y acordarme de Viki el Vikingo (uno de los primeros McGiver de la historia...) Contemple el antes y el ahora y disfrute del entorno y el calorcito del sol. (Lo cierto es que cuando le dije te vienes no pensé que dejara Alicante y se viniera conmigo a Noruega, pero ellos agradecieron la visita de tan dorado huésped.)
 
 
Continuaba caminando ante la ausencia de basura por las cunetas, sino la había aquí imaginaba como estaría el resto.... y me topé con esta  primera alcantarilla-sumidero, quiero pensar que es para retener en alto las hojarascas y poder tragar el agua bien. Tras ello una sucesión de casas, que en realidad son edificios de tres plantas con su bajo, pero que conservan el "  aire de casita de madera"   . Y por fín una obrera, las chicas aquí son muy aplicadas....
 
 
La dejo trabajar tranquila y continuo mi paseo hacia el centro, compruebo precios, y veo que a esta gente le gusta lucir la naturaleza hasta decir basta, voy teniendo otra perspectiva del fiordo y me duelen los ojos al ver el daño que hace una nueva construcción en el puerto, muyyy o sea, pija, pero que revienta a la niña de mis ojos... creo que debido al skoc luego hay un momento en que no se si estoy en Noruega o en Texas....
De nuevo con el sentir mas profundo de esta tierra, la pesca, en este caso de la ballena, al ver un arponero, el buque que estaban preparando para el día de la Fiesta Nacional y un anclita para no moverse del sitio, pero me moví, recordáis el Cadillac, pues llegue a la fachada principal desde dónde procedía: un antiguo Spa-Balneario (si es que uno es muuuuu profesional y los vapores los lleva muy dentro) convertido en parte en Café&Bar y Tourist Info.
 
 
 
La agradable damisela de Turismo me indicó algunos lugares, pero tenía que andar lo desandado, así que aaale pa´tras. Visite una pequeña capilla que hay en el puerto, imagino que para velar por aquellos que a por ballenas salían y con el temporal de mar....Volví a pasar ante el ballenero y subí al monte: Preståsen turområde, desde donde se podría divisar una panorámica muy bella de la ciudad gozando de su frondosidad, de como mana sangre la roca que convierte en bellas flores y de ahí ya camino al museo de la Ballena;  como no tenia ganas de pescado vi un banco pero el cambio que me ofrecían no me convenció así que me fui a ver una de las grandes iglesias que tiene la localidad la Sandefjord Kirke, con su monumento a los caídos durante la I Guerra Mundial. Ya camino a casa pase por la fuente dedicada a los pescadores de Ballenas y tome una imagen de las flores que iban creciendo en las farolas que vi en la mañana.
 
 
 
 
 
Muerto matao llegaba a la casa, tras intentar ver las fotos los parpados me decian que nooooo; mi anfitrión me invitaba a comer con ellos, a las seis de la tarde, no os asustéis es su comida fuerte, pero yo necesitaba estar con mi nórdico un rato, a solas, luego me dijo que a pesar de las vistas desde el monte (que no voy a repetir, mirarlo vosotros-ustedes) encima de la roca que había sobre la casa la visión era espectacular, le comente que eso mañana o tal vez tras descansar. Dicho y hecho sobre las ocho y media de la noche subí al monte y sólo os digo: ¡¡que pasada!!
A casi las diez de la noche regresaba a la casa con el Sol terminando de entrar en el horizonte.
¡ Y sólo estamos en Mayo !
 
 
Y la próxima entrega, para cerrar la trilogía: Noruega: Mine følelser
Besitos.

2 comentarios:

Carles Espinosa dijo...

Muy precioso todo. Te irá de fábula!

Sauneroso dijo...

Muchas gracias, espero poder seguir manteneros informados jejejeje