lunes, 13 de febrero de 2012

Lastima



Lastima si.
Que lastima cuando vagamos por esos mundos, vamos unas veces bien, otras mal; unas veces a favor de la corriente, otras totalmente en contra intentando no hundirnos y naufragar; a veces en aguas claras, critalinas, dulces o bravas; otras veces en aguas turbias y tenebrosas, por lo general agitadas. Unas veces en mares con todo un horizonte por descubrir y otras por rios o riachuelos, que nos llevan por parajes conocidos y hermosos que nos hacen felices o por parajes inospitos, desconocidos, ante los cuales nos desvelamos, nos mantenemos atentos al continuo cambio de escena.

Que lastima que no podamos asir a nosotros aquellos viajes de los cuales nos sentimos tan felices, donde gozamos tanto, donde brillaba el sol e iluminaba calido el trayecto.

 Que lastima que su duracion nos parezca tan, tan corta, y sin embargo, aquellos tormentosos se nos hagan tan largos, y pesados, aunque en el tiempo sean infinitamente inferior.

Que bonito es conseguir que la tristeza por la terminacion de ese bello trayecto se convierta en alegria, cuando se consigue tener presente todos los momentos, todas las imagenes, todos los sentimientos vividos, de tal forma que puedan estar en un continuo viaje a traves de las emociones que hace que te encuentres casi, casi, de nuevo en la travesia, aunque te falte el compañero, su calor, su soplo de viento fresco, su brillo, su abrazo para contemplar tranquilamente como pasa el tiempo, mostrando el continuo de bellas estampas.


                                                                                                      


Que bonito, que maravilloso, es conseguir que ese viaje lo puedas volver a realizar, te vuelvas a subir a esa ruta maravillosa, por que tal vez el timonel, se percato que se dejaba algo en puerto; que bonito es volver a sonreir, a ser feliz, a estar lleno hasta las trancas de alegria; de amor.


Que bonito es cuando llega la madre Esperanza y te avisa: no te preocupes seguro que vuelves a navegar por parajes bellos, calidos, sensuales y suaves; no me pierdas de vista, es posible que tomes el mismo rumbo, con el mismo cariño, el mismo sentimiento, pero quedate tranquilo aun asi, que yo esperare por ti, por que me agrado el brillo y la luminosidad que te vi, por que eso me reaviva, por que me gusta verte feliz, y yo se que confias en mi.
 Ahora pues, mi lastima la intento cambiar por alegria, para que Esperanza, este contenta y me ayude a vovler a navegar con un bello rumbo y vivir o revivir todo lo maravilloso que me tiene preparado.
Saunero.




No hay comentarios: