Y se hizo realidad

Pensaba yo que ellos existían sólo en el papel cuché, pero afortunadamente estaba equivocado (como tantas veces jejejeje). Resulta que, el miércoles, al mediodía regresando de mi casa hacia la sauna, el autobús efectúa una parada en la carretera de Torrellano-Elche hacia la mitad, hasta ahí todo normal, pero hete ahí que, anormalmente se iban a subir una cantidad de jovencitas en un numero inusual por completo, y lo mejor llego al final. Si hablo del mismísimo Apolo hecho hombre para mis ojos. Se trataba de un joven, rondando la veintena, rubio de estatura media, con unos ojazos azules de tono claro, enmarcados en unas pestañas de color castaño, lo que hacia resaltar aún más su belleza, labios de ensueño, perfectamente perfilados, rasgos faciales que servirían de medida a Miguel Angel, con un porte natural innato y una figura preciosa; no musculoso pero si perfectamente moldeado y modelado.

Iba en mis lecturas cuando vi la luz, un haz penetró en el autobús y lo llenó todo. Se sentó a mi lado una compañera suya, yo no podía desviar mi mirada ante él, le escudriñaba cada rasgo, cada centímetro de su ser, sintiéndome el ser más afortunado de la tierra por poder disfrutar de tanta belleza, y encima era de carne y hueso. Pasó por mi mente preguntarle a su compañera cómo se llamaba pero, ciertamente me sentí cobarde. Gracias Universo por mostrarme una estrella. Ahora viene el trabajo más difícil: intentar mostraros con alguna foto de archivo, algo nimamente que se le asemeje.

Con las tres primeras imagenes podríamos conseguir, tal vez uno, pero no conseguí, a pesar de los cientos de fotos archivadas, conseguir algo más real. Saunero.